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Academia por la libertad 2018
El enemigo de la libertad.

El enemigo de la libertad.

Por: José Ignacio Linera

 

¿Qué pasa cuando no se es racional?

El liberalismo como parte de sus valores más básicos reconoce la racionalidad del hombre como parte intrínseca y esencial del mismo. Pero, ¿Qué pasa con las personas que dejan de lado esta misma y toman sus decisiones en base a criterios únicamente pasionales y no así racionales? Pues el liberalismo también tiene una respuesta para ello y por eso plante a que todos los seres humanos somos imperfectos y por lo tanto vulnerables a tomar decisiones por pasión y no asi por razón. El problema reside cuando esta falta de razón se vuelve generalizada y hasta difundida creando sistemas totalitarios y faltos de criterio siendo sus principales exponentes el comunismo y el socialismo los cuales han demostrado no ser efectivos pero a pesar de esto la gente haciendo uso de la pasión y no de la razón decide seguirlos apoyando hasta el punto en el que estos se vuelven forma oficial de gobierno a través de la democracia.

Claramente es necesario analizar cómo es que estos sistemas tan faltos de sentido y de razón llegan a convencer a miles de personas.

Desde el punto de vista de este escritor de lo que más se valen para validar sus argumentos es de la necesidad de combate de un enemigo externo con un aliado interno (el aliado interno siempre será de la corriente opuesta) al cual hay que combatir a toda costa inclusive coartando de libertad a las personas. Es por tanto que tomando en cuenta que es con este argumento que se mueven las pasiones,  se pone sobre la mesa la necesidad de que el liberalismo salga del mundo de la academia y del pensamiento y se lleve de manera inmediata al campo de batalla con el objetivo de conseguir más seguidores del pensamiento, ya que en el mundo actual de nada sirve que nosotros los liberales tengamos la razón si a la hora de la batalla en las urnas nos veamos derrotados por una mayoría engañada, ignorante y pasional que decide por sistemas socialistas.

Es por tanto que es imperativo que el liberalismo use la táctica y la estrategia que usan los otros sistemas para conseguir adeptos, por consiguiente es necesaria la creación de un enemigo.

Pero, ante esta necesidad nos vemos ante un serio problema y es que por las mismas bases de tolerancia y apertura del liberalismo se da la situación de que no es posible señalar a alguien como el enemigo debido a que este tiene la libertad de pensar anti-racionalmente aunque eso no nos guste. Sin embargo esta situación no crea una imposibilidad sino una necesidad de mayor pensamiento y planeación de cual es este enemigo.

Tomando en cuenta que los 3 principios del libertario son: Vida, propiedad y libertad el único enemigo exacto seria el comunismo, pero en vista de que este como tal ya no existe en nuestros días es imposible encontrar un sistema que atente directamente contra la vida, propiedad y libertad. Entonces debido a esto solo queda una opción y es utilizar técnicas dignas de Maquiavelo para poder combatir los sistemas contrarios. Y es por tanto que este artículo tiene como objetivo cuestionar al lector. ¿Está justificado el uso de técnicas contrarias al liberalismo en pro de conseguir un liberalismo posterior? Para esto se tiene que tomar en cuenta que muy probablemente al ir en contra de algunos principios luego sería muy difícil pero no imposible retomarlos en un futuro. Como segunda pregunta: ¿El liberalismo necesita un enemigo y si no es así de qué manera propagar las ideas liberales y vencer el irracionalismo de las personas?  Y como tercera y última pregunta ¿La sociedad está condenada a vivir en sistemas que apelen a la pasión y no a la razón debido a la existencia de la democracia?

*La opinión del autor no constituye una posición oficial de la Fundación Nueva Democracia.

 

Modificado por última vez en Viernes, 05 Octubre 2018 20:08

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